La cocina francesa siempre nos inspira recetas muy suculentas y deliciosas. La diversidad cultural y gastronómica es uno de los grandes atractivos del país vecino. Hoy nos fijamos en una de las opciones fáciles de su recetario que «nos regala» la cocina gala: la receta para elaborar la galette bretonne.
Esta receta es originaria de la región francesa de la Bretaña, y se considera una variante de las típicas crêpes. Su origen es ancestral. Esta receta, sustituto del pan, fue la base alimenticia de los bretones durante siglos. Las mujeres bretonas se sentían orgullosas por dominar el «arte de la elaboración de las galettes», por lo que las recetas pasaban de madres a hijas o nietas como un auténtico tesoro.
De hecho, alrededor de esta elaboración culinaria hay numerosas tradiciones. Por ejemplo, era costumbre que las mujeres recién casadas lanzaran al armario su primera galette. Un acto que se consideraba como tributo a los antiguos habitantes de la casa para asegurarse descendencia y suerte.
Y es que, este plato era relativamente fácil de elaborar, pero en cada casa se guardaba su propio secreto. Se cocían sobre una piedra lisa y caliente, llamada jalet en la Bretaña francesa, y de cuyo nombre se deriva el actual nombre de galette.
La diferencia entre las galettes bretonnes y las crêpes es que en las primeras se suele usar harina de trigo sarraceno, y normalmente se rellenan con ingredientes salados. Mientras que las crêpes se reservan para rellenos y complementos dulces.
Aquí la proponemos preparar con cuatro ingredientes que encontrarán en nuestras tiendas MAS Food Lovers: jamón serrano, quesos, mantequilla y huevos. ¿Empezamos?
Para el relleno:
Echar los 330 g de harina y 10 g de sal en el bol. Mezclar muy bien. Se recomienda batir con batidora eléctrica para que la masa quede bien integrada y fina. Incorporar un huevo y seguir batiendo. A continuación, verter 750 ml de agua fría sin dejar de batir. Es importante que no quede ningún grumo. Dejar reposar la masa entre 30 minutos y una hora.
Una vez reposada la masa, colarla de nuevo para asegurarnos que no haya grumos.
Pintar la crepera con mantenquilla derretida. Eliminar el exceso de la mantequilla con papel de cocina. Cuando esté caliente echar la masa en la crepera y esparcirla bien para que quede una finísima capa por toda la superficie. Es habitual que el primer crepe se tenga que desechar. A partir de la segunda, todo será más fácil. Cuando echemos la masa en la crepera empezarán a salir unos agujeritos. En ese momento, cocinar un par de minutos a fuego fuerte y volteamos.
Mientras se cocina la otra cara del crepe ir poniendo el relleno. Montar como una especie de volcán con el queso emmental rallado, así, el huevo quedará atrapado en el centro de la crepe. Cascar el huevo y añadirlo. Añadir sal al gusto y pimienta. Con ayuda de una espátula extender la clara del huevo sobre el queso, así se cuajará por toda la superficie sin que se desparrame.
Cuando el huevo esté casi cuajado doblar la galette como si fuera un sobre: es el denominado cierre bretón. Primero un lado, después otro y así hasta haber doblado los 4 lados.
Añadir el loncha de jamón serrano y rallar un poco de queso parmesano por encima.
Ya está lista para emplatar y comer.
