Los canelones son típicos en Catalunya para celebrar el 26 de diciembre, pero también es un plato ideal para todo el año
En todos los hogares de Catalunya, sa sabe que por Sant Esteve tocan canelones, un plato de reaprovechamiento que, sin embargo, no tiene un origen ancestral, como se quiere pensar. Tampoco nacieron del aprovechamiento de lo sobrante de la sopa de escudella y la «carn d’olla» servida en Nochebuena y Navidad. En ningún recetario de cocina catalana, anterior a 1900, aparece mencionada la receta de los canelones con relación a los elaborados y degustados en San Esteban. Tampoco figura en ningún libro o crónica sobre las celebraciones de siglos atrás que se degustase tal plato el día posterior a la Navidad.
En realidad la tradición de comer canelones en Catalunya fue importada a finales del siglo XIX por los hermanos Charles y Michel Pompidor cuando abrieron, en 1897, el restaurante Maison Dorée, ubicado en la plaza Cataluña de Barcelona. El restaurante era «una sucursal» del Maison Dorée de París, uno de los restaurantes más famosos de la capital francesa y por el que que pasaban comensales como el compositor y gastrónomo Giacomo Rossini, quien dejó al chef del establecimiento parisino la receta de sus famosos ‘canelones Rossini’. Fue aquel chef el encargado de «traerlos» hasta Barcelona.
Pero sea como sea, los canelones es un platos muy estimado en la cocina catalana, típicos en Sant Esteve y apreciados cualquier día del aó. Aquí va nuestra propuesta de receta de los canelones.
Ingredientes (6 personas)
- Carne picada de vacuno y de cerdo 500 g
- 1 Cebolla
- 2 Dientes de ajo
- 125 g Paté de hígado de cerdo o foie (lo encontrarás en MAS Food Lovers)
- 200 ml Tomate frito casero
- 30 Láminas de pasta para canelones
- Aceite de oliva virgen extra MAS Food Lovers
- Sal
- 80 g Harina de trigo
- 100 g Mantequilla
- 1 l Leche
- 200 g Queso para rallar y gratinar (lo encontrarás en MAS Food Lovers)
Elaboración
Picar la cebolla y el ajo y ponerlos a pochar en una sartén.
Incorporar la carne picada y, cuando se haya dorado, añadir el paté, removiendo bien hasta que se integre. Retirar del fuego y reservar.
Por otro lado, cocer las láminas de pasta en abundante agua salada hirviendo, removiendo con frecuencia para que no se peguen. Tras 10 minutos (o lo que indique el envase), escurrirlas con agua fría y extenderlas rápidamente sobre un paño de cocina.
Ahora rellenar los canelones con la carne picada. No poner demasiada cantidad para que cierren bien. Para que queden más jugosos, cubrir la bandeja del horno con un papel de hornear untado con tomate frito.
Preparar la bechamel. En un cazo, derretir los 100g de mantequilla, luego incorporar las cuatro cucharadas colmadas de harina y remover bien. Finalmente, ir incorporando la leche sin dejar de remover, hasta que quede una bechamel cremosa, sin grumos, y un poco más líquida que la que se usa para las croquetas. Ahora, repartir la bechamel por encima de los canelones, colocar el queso rallado y gratinar en la parte alta del horno a máxima temperatura durante unos 15 minutos, hasta que quede bien dorado.