Cada 16 de enero celebramos una de esas efemérides que tanto nos gustan: el Día Internacional de la Croqueta. Este delicioso bocado es uno de los más exquisitos de nuestra cocina, aunque su origen sea francés. De hecho, le debemos a la idea a un chef de la corte de Luis XIV. Posteriormente, en 1817 el cocinero Antoine Cámere sirvió en una cena para el archiduque de Rusia unas ‘croquettes a la royale’. A nuestro país llegaron a finales del siglo XIX y desde entonces sus variedades no han parado de crecer.
En MAS Food Lovers las tenemos listar para pasar por la sartén o para calentar, pero sabemos que también os gustan cocinarlas en casa. Por ello, hoy traemos una receta muy especial: la de las croquetas de queso azul con cebolla caramelizada.
Preparar la cebolla caramelizada. Pelarla y cortarla a tiras. Poner una sartén al fuego, con un poco de aceite de oliva, y sofreírla a fuego lento. Remover de vez en cuando y cuando esté pochada, agregar el azúcar y remover. Cuando el azúcar esté disuelta, añadir un chorrito de vinagre. Reservar.
Preparar las croquetas. En una cazuela, poner a hervir la leche. Cuando hierva, añadir el queso troceado. Por otro lado, en una sartén deshacer la mantequilla e ir añadiendo la harina, para hacer una bechamel. Salpimentar y añadir la mezcla del queso con la leche. Remover hasta que quede una masa homogénea. Reservar en la nevera una hora como mínimo.
Sacar la mezcla de la nevera y preparar las croquetas. Podemos hacerlas en forma de bolas, para personalizarlas. Pasarlas por el huevo batido y por el pan rallado.
En una sartén calentar bien dos dedos de aceite de oliva y freír las croquetas. Ir retirando en una bandeja con papel absorbente y emplatar las croquetas sobre la cebolla caramelizada o al revés, las croquetas y encima un poco de cebolla como topping.
