Queso de textura semi blanda, con un sabor y aromas muy particulares, debido a su origen singular, la leche de Búfala. Madurado hasta los 4 meses, para conseguir un queso intenso pero refinado, el queso de leche de Búfala es perfecto para las personas con intolerancia a la lactosa, puesto que la leche de Búfala, rica en calcio, potasio y vitaminas A y D, no contienen lactosa, ya que ésta desaparece en el proceso de coagulación de la leche y durante el periodo de maduración del queso.