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En MAS Food Lovers lo sabemos y bien: el jamón ibérico es uno de nuestros manjares más preciados. Su exquisito sabor invita a saborearlo en cualquier momento y a cualquier hora del día. Pero no siempre “tiene buena prensa”. Muchas veces se asocia a una dieta rica en grasas y se le tacha de “alimento poco saludable”. Falsos mitos y medias verdades alrededor de sus propiedades nutricionales que hacen un flaco favor a este preciado producto de nuestra gastronomía. En este post vamos a rebatir estas ideas y vamos a explicar los beneficios del jamón ibérico para nuestra dieta.
Y es que, el jamón destaca por su composición alta en minerales, proteínas y ácidos grasos. Por lo tanto, destaca por los numerosos beneficios que aporta a nuestro organismo. Además, se trata de un alimento muy versátil, como demostramos en nuestro apartado de recetas. Un producto que puede, por tanto, incluirse en nuestra dieta de forma muy diversa y original, y además, aportar numerosos beneficios.
Y todo ello está avalado por numerosos expertos en nutrición, que destacan una serie de bondades del jamón ibérico que no podemos pasar por alto para disfrutarlo cada día y sin remordimientos.
Para conocer las cualidades del jamón hay que tener en cuenta el tipo de jamón del que se habla. No es lo mismo un jamón serrano que uno ibérico o uno de bellota. Así, los componentes nutritivos varían más o menos en función de la tipología del jamón. Sin embargo, en general este alimento es una fuente de proteínas, minerales, grasas saludables y vitaminas.
Destaca por su contenido en vitamina B y ácido fólico. Dos elementos que juegan un papel importante en cuanto al fortalecimiento del sistema nervioso. Eso sí, siempre y cuando su ingesta sea equilibrada. Además, también es rico en vitamina C y E, que ayudan al antienvejecimiento por su gran capacidad antioxidante.
En cuanto a los minerales, el jamón ibérico aporta a nuestro organismo calcio, cobre, hierro, magnesio, zinc, fósforo y selenio. Precisamente, el selenio ayuda a reforzar el sistema humanitario.
Si bien es cierto, el contenido de sal en el jamón es también elevado. Pero no lo es mucho más que otros muchos alimentos. Además, actualmente los procesos de curación han conseguido controlar mucho la cantidad de sal.
Otra de las curiosidades es que el jamón es un alimento que no contiene hidratos de carbono, pero sí múltiples proteínas necesarias para el organismo.
En resumen, y de forma general podemos decir que 100 gramos de jamón contienen:
Vistas las características del jamón, se puede afirmar que su consumo moderado es beneficioso para la salud. De hecho, si una persona sana adulta come cada día unos 40 gramos de jamón de bellota 100 % ibérico y de bellota, le puede ayudar a la prevención de enfermedades cardiovascular, gracias a su alto contenido en ácido oleico y tocoferoles naturales aportados por la bellota ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que contribuyen a reducir los niveles del colesterol malo y mejorar el nivel del colesterol bueno. Además tiene un impacto favorable para los niveles de lípidos sin afectar a la presión arterial y al peso.
En este sentido, el consumo de jamón es bueno para disminuir la fatiga, especialmente en las personas que practican deporte a diario. Además ayuda a prevenir la anemia, por su alto contenido en hierro.
Por otro lado, ayuda a reducir la ansiedad y el estrés. ¿Por qué? Además del placer que puede producir saborearlo en una tapa, un bocadillo o un platillo, el jamón contiene altos niveles de triptófano (aminoácido precursor de la serotonina), que actúa como antidepresivo natural. Su consumo, por tanto, ayuda a nuestro estado anímico.
